Si hay una etapa en la vida de los hijos que causa pánico a la mayoría de los padres, sin duda alguna esa es la adolescencia.
Muchos padres se cuestionan ¿como es posible que es@ niñ@ que ayer era dócil, cariños@ y buscaba su compañía, ahora se ha convertido en alguien hurañ@, rebelde y respondón?, "¡mi hijo ya es un aborrescente!" me dijo una amiga en una ocasión mientras se quejaba amargamente de los cambios de conducta de su hijo.
Sin embargo, la adolescencia es una etapa de la vida normal e ineludible, en la que se sufre una metamorfosis a un ritmo desigual que afecta el cuerpo, el pensamiento, las relaciones y el humor de l@s chic@s.
Según la Organización Mundial de la Salud, "es adolescente todo individuo entre los 10 y los 19 años de edad", lo cual incluye lo que se denomina pre-adolescencia.
Etapas de la adolescencia.
Cada etapa trae sus propios cambios físicos, emocionales, psicológicos y
de comportamiento. El desarrollo de los niños entre 9 y 18 años no está
solamente determinado por el crecimiento y los cambios biológicos que
experimenta su cuerpo, sino también por su propio temperamento y personalidad, por las expectativas puestas en ellos por los adultos con los que conviven y por las
influencias (y presiones) sociales.
A continuación, daremos una visión general de las características de cada etapa:
La
pre-adolescencia: desde las 9 hasta las 11 años.
Cambios físicos: Hay un crecimiento desigual de huesos,
músculos y órganos que da una apariencia de torpeza.y supone el inicio de la
pubertad para la mayoría.
Fase cognitiva: Desarrolla pensamientos lógicos y tendencia a despreciar
pensamientos imaginativos de la infancia, tiene la capacidad para acumular conocimientos y aplicar nuevos conceptos y puede haber un mayor interés para aprender
habilidades de vida cotidiana como preparar alimentos o llevar a cabo reparaciones en casa.
Desarrollo moral: En general, suele ser egocéntrico, es decir, que la mayoría de las veces solo piensa en si mismo, no obstante que ya tiene conciencia y comprende ciertos conceptos, lo que es justo y la negociación. Sin embargo, su capacidad moral no siempre se ve reflejada en su comportamiento.
Concepto de sí mismo: En gran medida está influido por las relaciones con los
miembros de su familia, profesores y, cada vez más, por sus compañeros. Muchos
niños tienden a imitar el estereotipo masculino. El auto-imagen de muchas niñas
puede sufrir con la llegada de la pubertad.
Características Psicológicas: Hay un mayor afán de hacer planes y cumplir con
objetivos, pero pueden ser muy desorganizados.
Relaciones con los padres: Existe una relación de afecto y de dependencia de ambos
padres se manifiesta el deseo de participar más en decisiones que les afecta directamente y una tendencia a
discutir sobre tareas, deberes, y orden. Conflictos con hermanos.
Relaciones con los pares: Eligen amigos con mismos gustos y
aficiones. Es en esta
etapa que se forman pandillas de amig@s que pueden excluir a otros niñ@s.
Segunda etapa de
la adolescencia: desde las 11 hasta las 15 años.
Cambios físicos: Llega la pubertad, aunque con velocidad
distinta dependiendo de cada adolescente. Aumento de apetito en épocas de
crecimiento y necesitan dormir más. Se desarrollan los órganos sexuales, hay cambios
en la voz y posible olor corporal.
Fase cognitiva: Desarrolla nuevas capacidades para ver
las cosas en términos relativos y abstractos y para pensar. Su sentido del humor
puede estar más centrado en la ironía y el sexo. Es la época de mayor conflicto con
padres.
Desarrollo moral: Aunque entienden los conceptos relacionados
con el orden social, a esta edad suelen cuestionar ciertos principios sociales,
morales y/o éticos, a veces sobre todo los que tienen los padres.
Concepto de sí
mismo: Depende de cómo aceptan
los cambios que ocurren durante la pubertad. Tienden a conformarse con los estereotipos de hombre o mujer y manifiestan preocupación por la apariencia física: los problemas de peso, de la piel, la altura, etc.
Características
Psicológicas: La atención está centrada en si mism@s, no obstante les preocupa la opinión de los demás. Necesitan (y demandan) más intimidad en el hogar, por lo que requieren de su propio espacio. Sufren cambios muy fuertes de humor y pueden pasar de la tristeza absoluta
a la alegría desbordada en cuestión de horas, lo cual no solo confunde a la familia, sino también al mismo adolescente al no saber la razón de estos cambios. hay una gran tendencia a olvidar todo.
Relaciones con los
padres: Suele ser la etapa de
mayor conflicto con los padres ya que el adolescente busca una identidad propia dentro de
la familia más allá que la del niño o la niña que antes fue y busca más la compañía de
sus compañeros. Rechaza a veces muestras el cariño de sus padres, aunque, en el fondo, las sigue
necesitando. Crece el deseo de tomar sus propias decisiones y de rebelarse contra las
limitaciones de la disciplina de los padres, de las, no obstante, sigue necesitando.
Relaciones con los
compañeros: Los cambios de la
pubertad y cómo reaccionan los compañeros pueden condicionar las amistades, hay mayor tendencia a compartir confidencialidades y formar grupos de 2 a 6 amigos.
Se despierta el deseo sexual y algunos empiezan ya a formar parejas.
Tercera etapa de
la adolescencia: desde las 15 hasta las 18 años.
Cambios físicos: Mayor homogeneidad entre sus compañeros
porque la mayoría ya ha pasado por la pubertad y durante esta etapa llegan a su
altura y peso de adulto.
Fase cognitiva: Mayor capacidad para pensar de forma
abstracta e hipotética sobre el presente y el futuro. Al poder entender y
compartir mejor los acontecimientos que les rodean y que ocurren más allá de su
círculo social inmediato, pueden adoptar una nueva conciencia social.
Desarrollo moral: Menos egocentrismo y mayor énfasis sobre
valores abstractos y principios morales. Como el desarrollo emocional y el
desarrollo cognitivo no van al mismo paso, es posible que los mismos
adolescentes que reivindican ciertos valores, los violan a la vez. En este
sentido es una etapa algo contradictoria.
Concepto de sí
mismo: Es la etapa en la que
los adolescentes forman su propia identidad. Experimentan con distintos
aspectos, papeles, valores, amigos, aficiones. Las jovencitas con problemas de peso
pueden tener tendencia a la depresión al no encajar con los estándares de belleza socialmente aceptados.
Características
Psicológicas: Puede haber cierta
vulnerabilidad ante posibles preocupaciones, depresiones y trastornos como la
anorexia.
Relaciones con los
padres: Conforme se van
avanzando por esta última etapa de la adolescencia, suele haber menos
conflictos entre hijos y padres y mayor respeto porque los hijos ya pueden ver a sus padres como individuos y comprender que sus opiniones se basan en ciertos
valores y esto produce una mejoría en las relaciones familiares. Aunque siguen
las discrepancias con algunos límites impuestos por los padres (como dinero, tareas
en casa, hora de llegar a casa, apariencia, etc.) llegan a comprender que la existencia de estos
limites les beneficiarán mucho a largo plazo.
Relaciones con los
compañeros: Las amistades entre
chicos y chicas empiezan a ser más frecuentes y la influencia de los amigos
sigue siendo clave en el desarrollo personal de una identidad propia. Los
amigos anti-sociales pueden aumentar un comportamiento antisocial en el
adolescente.
· Crisis de oposición: Se refiere a la necesidad que tienen de autoafirmarse, de formar
un yo diferente al de sus padres a los que han estado estrechamente unidos
hasta ahora, con necesidad de autonomía, de independencia intelectual y
emocional. Por eso nuestr@ niñ@, deja de ser nuestr@, para ser de los demás,
especialmente de los amig@s.
· Desarreglo emotivo: L@s chic@s tienen en ocasiones la
sensibilidad a flor de piel y otras parecen carecer de sentimientos.
Es por eso que un día nuestr@ hij@ nos sorprende con un abrazo y otro día
rechaza cualquier muestra de cariño. Un día sin motivo aparente se despierta
dando gruñidos, simplemente porque sus hormonas posiblemente le estén jugando
una mala pasada.
· Imaginación desbordada: Sueñan despiertos, y esto no
es más que un mecanismo de defensa ante un mundo para el cual no están
preparados aun. Es un medio de transformar la realidad imaginando un futuro prominente como estrellas del cine o del rock y creen que ellos pueden cambiar el mundo y hacerlo mejor.
· Narcisismo:Es fácil reconocer al adolescente
cuando comienza a serlo, por las horas que le dedica al espejo. Le
concede una importancia extrema a su físico: puede lamentarse por un grano en
la nariz, obsesionarse por la ropa, por estar gordos o delgados. quieren estar
constantemente perfectos aunque su visión de la estética no tenga nada que ver
con la nuestra.
· Crisis de originalidad: que presenta dos
aspectos:
a) Individual:
como afirmación del yo, con gusto por la soledad, el secreto, las
excentricidades en el vestir, o en su forma de hablar o de pensar. Necesita
reformar, , ser distinto y especial.
b) Social:
Manifiesta rebelión en cuanto a los sistemas de valores de
los adultos y las ideas recibidas. Achacan al adulto su falta de
comprensión y el hecho de que atenta contra su independencia. Hay una necesidad
clara de participación, el hecho de unificar su lenguaje y su vestimenta no es más que la necesidad de afecto, de ser considerado,
aprobado por el propio grupo, y que a veces lo viven de una forma obsesiva.
Sin embargo, los sentimientos reales que acompañan a estas manifestaciones, y que son consecuencia directa de las crisis
que está atravesando, son:
· Sentimiento
de inseguridad: El adolescente sufre a causa de sus propios cambios físicos que no siempre van
parejos con su crecimiento emocional, puesto que la pubertad, es decir la
madurez física, siempre precede a la psicológica, lo que ocasiona que se encuentren
con un cuerpo de adulto, que no corresponde a su mente que ya no es de niño, pero tampoco de adulto, y por lo tanto no se
reconocen, y pueden desarrollar una pobre confianza en si mismos.
· Sentimientos angustia: Esto se debe a la existencia de una frustración continua. Por una parte le
pedimos que actúe como un adulto, que sea responsable (muchas veces sin proporcionarle las herramientas para serlo) y por otra se
le sigue tratando como un niño, se le limita vestir de cierta forma, o escuchar su música preferida, se le disciplina igual que cuando era un niño, etc.
Esta angustia es la manifestación de la
tensión que el chico soporta y que se manifiesta por:
a) Agresividad: Se manifiesta como respuesta a dicha
frustración, aunque es un mecanismo habitual. Su enojo e irritabilidad ante las exigencias paternas, los azotones de puertas, las peleas con los hermanos, etc. son ejemplos de esta agresividad que, aunque disminuye por momentos y hasta puede llegar a periodos de calma, está siempre latente en el adolescente.
b) Miedo al ridículo: Muy presente en la adolescencia y que puede tener manifestaciones físicas como taquicardia, trastornos gastrointestinales, etc.
c) Angustia expresada de modo indirecto: Como el
miedo al examen, timidez extrema, miedo a no pertenecer a un grupo,
reacción de rechazo cuando se le dan muestras de cariño, tanto en público como
en privado.
d) Sentimientos de depresión: Como ya se mencionó, puede experimentar episodios de melancolía y tristeza que pueden alternarse con
estados de verdadera euforia.
Debemos tener en cuenta que estas características entran dentro de
la normalidad de un adolescente, aunque claro está que dentro de
ciertos límites.
Si estas pautas de conducta se manifiestan de forma exagerada y observa que su hij@l
adolescente está sufriendo mucho o que su comportamiento hace sufrir a los demás, si observa que
se altera toda su vida (y la de los demás) y que esos sentimientos le condicionan absolutamente,
que de alguna forma le alejan en exceso de la realidad; es un foco rojo al que debemos estar muy alertas y, de ser necesario, pedir ayuda profesional ya que puede convertirse en un cuadro patológico.
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