martes, 26 de marzo de 2013

Bullying



Bullying es una palabra que proviene del vocablo holandés y que significa acoso.
La palabra bullying describe un cierto tipo de trato entre personas: acosar, molestar, hostigar, obstaculizar o agredir físicamente a alguien.
Es un continuo y deliberado maltrato verbal y modal que recibe un niño o un joven por parte de otro u otros, que se comportan con él cruelmente con el objetivo de someterle, arrinconarle, amenazarle, intimidarle u obtener algo de la víctima.

En ésta conducta participan:
• El agresor
• La víctima y
• Los observadores

El agresor. 
Suelen ser niños o jóvenes fuertes físicamente, impulsivos, dominantes, con conductas antisociales y poco empáticos con sus víctimas.
Se pueden distinguir tres tipos de acosadores:
Acosador intelectual: Es aquel que con buenas habilidades sociales y popularidad en el grupo, es capaz de organizar o manipular a otros para que cumplan sus órdenes
Acosador poco inteligente: Es aquel que manifiesta un comportamiento antisocial y que intimida y acosa a otros directamente, a veces como reflejo de su falta de autoestima y de confianza en sí mismo.
Acosador victima: Es aquel que acosa a compañeros más jóvenes que él y es a la vez acosado por chicos mayores o incluso es víctima en su propia casa.

La víctima.
Suelen ser niños o jóvenes tímidos e inseguros, que mantienen una excesiva protección de los padres, son menos fuertes físicamente.
Existen dos tipos de víctima:
Víctima pasiva: Suele ser débil físicamente e insegura, por lo que resulta un objetivo fácil para el acosador. Otras características de las víctimas pasivas serían: escasa autoestima, ausencia de amigos, depresión; sin embargo, algunos de estos rasgos podrían ser consecuencia del acoso.
 Víctima provocadora: Suele tener un comportamiento molesto e irritante para los demás . En ocasiones, sus iguales les provocan para que reaccionen de manera inapropiada, por lo que el acoso posterior que sufren podría llegar a parecer “justificado”.


El bullying esta presente en casi cualquier lugar, no es exclusivo de algún sector de la sociedad o respecto al sexo, aunque en el perfil del agresor sí se aprecia predominancia en los varones. Tampoco existen diferencias en lo que respecta a las víctimas.
Por lo general, el agresor acosa a la víctima cuando esta solo: en los baños, en los pasillos, en el comedor, en el patio. Por esta razón los maestros muchas veces ni se dan por enterados. 
Sin embargo, no se trata de un simple empujón o comentario, se trata de una situación que si no se detiene a tiempo puede provocar severos daños emocionales a la victima.
Esta práctica que se vuelve  cada vez más frecuente en los niveles de educación básica y en preparatorias públicas o privadas de México, y, desgraciadamente, también se está adaptando a la tecnología dando como resultado el cyber bullying, es decir, el acoso a través de internet específicamente en páginas web, blogs, correos electrónicos o redes sociales.



Tipos de Bullying

Sexual: Es cuando se presenta un asedio, inducción o abuso sexual.
Exclusión social: Cuando se ignora, se aísla y se excluye al otro.
Verbal: Insultos y menosprecios en público para poner en evidencia al débil.
Psicológico: En este caso existe una persecución, intimidación, tiranía, chantaje, manipulación y amenazas al otro.
Físico: Hay golpes, empujones o se organiza una paliza al acosado.

Causas del bullying.

Personales: Un niño que actúa de manera agresiva sufre intimidaciones o algún tipo de abuso en la escuela o en la familia. Adquiere esta conducta cuando es frecuentemente humillado por los adultos. Se siente superior, ya sea porque cuenta con el apoyo de otros atacantes o porque el acosado es un niño con muy poca capacidad de responder a las agresiones.

Familiares: El niño puede tener actitudes agresivas como una forma de expresar su sentir ante un entorno familiar poco afectivo, donde existen situaciones de ausencia de algún padre, divorcio, violencia, abuso o humillación ejercida por los padres y hermanos mayores; tal vez porque es un niño que posiblemente vive bajo constante presión para que tenga éxito en sus actividades o por el contrario es un niño sumamente mimado.
Cuando los niños están expuestos a la violencia familiar, pueden aprender a ver el mundo como si sólo existieran dos papeles: agresor y agredido. Por ello, pueden ver la violencia como la única alternativa a verse convertido en víctima.


Una situación de maltrato del niño por parte de los padres contribuye a deteriorar la interacción familiar y el comportamiento del niño en otros entornos:
  • Disminuye la posibilidad de establecer relaciones positivas.
  • Se repite crónicamente, haciéndose más grave.
  • Se extiende a las diversas relaciones que los miembros de la familia mantienen.
Todas estas situaciones pueden generar un comportamiento agresivo en los niños y llevarles a la violencia cuando sean adolescentes.

En la escuela: Cuanto más grande es la escuela, hay mayor riesgo de que haya acoso escolar (sobre todo si a este factor se le suma la falta de control físico, vigilancia y respeto), humillación, amenazas o la exclusión entre personal docente y alumnos.
Por otro lado los nuevos modelos educativos a que son expuestos los niños como la ligereza con que se tratan y ponen en practica los valores, la ausencia de límites y reglas de convivencia, han influenciado para que este tipo de comportamiento se presenten con mayor frecuencia.


Medios de comunicación: Los medios de comunicación, sobre todo la televisión, nos exponen continuamente a la violencia, tanto real (noticieros) como ficticia (películas, series, dibujos animados, etc.). Los comportamientos que los niños observan en televisión influyen en su conducta. La repetida exposición a la violencia puede producir cierta habituación en los niños, con el riesgo de llegar a considerarla como algo normal e inevitable, haciendo que no muestren ninguna empatía con las víctimas. Y lo mismo sucede con los videojuegos, en los que el jugador  debe acumular puntos por disparar, matar, golpear, destruir, etc.


 

Consecuencias del bullying.


Consecuencias para el o los agresores

Pueden convertirse posteriormente en delincuentes ya que la persona se siente frustrada porque se le dificulta la convivencia con los demás, cree que ningún esfuerzo que realice vale la pena para crear relaciones positivas con sus compañeros.


Consecuencias para la víctima

Principalmente una baja autoestima, actitudes pasivas, pérdida de interés por los estudios (lo que puede llevar a una situación de fracaso escolar), trastornos emocionales, problemas psicosomáticos, depresión, ansiedad, pensamientos suicidas pues lamentablemente algunos chicos, para no tener que soportar más esa situación, se quitan la vida.

Cómo se comporta el agresor y la víctima


Quienes ejercen el bullying lo hace para imponer su poder sobre el otro logrando con ello tenerlo bajo su completo dominio a lo largo de meses e incluso años.
El niño o varios de ellos, comúnmente en grupo, constantemente tienen actitudes agresivas y amenazantes sin motivo alguno contra otro u otros niños.
Es o son provocativos, cualquier cosa es para ellos motivo de burlas.
Su forma de resolver conflictos es por medio de la agresión.
No es nada empático, es decir, no se pone en el lugar del otro.


Por otra parte, las víctimas son comúnmente niños tímidos y poco sociables. Ante un acoso constante, lógicamente se sienten angustiados, tensos y con mucho miedo a tal grado que en algunos casos puede llevarlo a consecuencias devastadoras, como ya se mencionó anteriormente.
El niño o adolescente se muestra agresivo con sus padres o maestros.
Comienzan a poner pretextos y diversos argumentos para no asistir a clases, ni participar en actividades de la escuela.
Se presenta un bajo rendimiento escolar.
La víctima comienza a perder bienes materiales sin justificación alguna, o piden más dinero para cubrir chantajes del agresor.
En los casos más severos presentan moretones o agresiones evidentes en la cara y el cuerpo.


Como deben actuar los padres ante un hijo acosador.

  • Tienes y debes acercarte a tu hijo, platica con él.
  • Relaciónate más con los amigos de tu hijo y observa qué actividades realizan.
  • Una vez que hallas creado un clima de comunicación y confianza con tu hijo, pregúntale el porque de su conducta.
  • Si comprobaste que tu hijo es un acosador, no ignores la situación porque seguramente se agravará, calmadamente busca la forma de ayudarlo.
  • Jamás debes usar la violencia para reparar el problema. Violencia genera más violencia, y ¿donde esta la solución?. Tampoco culpes a los demás por la mala conducta de tu hijo.
  • Nunca dejes de demostrarle amor a tu hijo, pero también debes hacerle saber que no permitirás esas conductas agresivas e intimidatorios, deja muy claro además las medidas que se tomarán a causa de su comportamiento y en caso de que continúe de esa manera.
Cuando se detecta un caso de bullying, los padres del niño deben trabajar conjuntamente con la escuela para resolver el problema de una forma inmediata. Habla con los profesores, pídeles ayuda y escucha todas las críticas que te den sobre tu hijo. Mantente informado de como la escuela esta tratando dicho caso y los resultados que se están obteniendo.
A través de la comunicación con tu hijo podrás darte cuenta de sus gustos y aficiones, canaliza su conducta agresiva por ese lado; si por ejemplo le gusta el fútbol inscríbelo en un club deportivo, si le gusta tocar algún instrumento llévalo para que tome clases.
Crea un ambiente en tu hogar donde el chico se sienta con la confianza de manifestar sus insatisfacciones y frustraciones sin agredir. Enséñale buenos modales.
Debes enseñarle a tu hijo a reconocer sus errores y a pedir disculpas a quienes les halla hecho daño, elogia esa buenas acciones.

Qué hacer si mi hijo es la víctima.


  • Investiga minuciosamente lo que está ocurriendo, platica con sus compañeros más cercanos, maestros, amigos y familiares.
  • Platica con tu hijo y hazle sentir que puede confiar en ti, así él se sentirá cómodo al hablar contigo acerca de todo lo bueno y lo malo que esté viviendo.
  • Hablen del tema. Escucha a tu hijo, deja que se desahogue.
  • Si efectivamente comprobaste que lo están acosando, mantén la calma y no demuestres preocupación, el niño tiene que ver en tu rostro determinación y positivismo.
  • Comprométete a ayudar a tu hijo, y muy importante, hazle saber que él no es el culpable de esta situación.
  • No trates de resolver el problema diciéndole a tu hijo que se defienda y tome venganza, esto empeoraría más la situación, es mejor que discutan como pueden responder asertivamente a los acosadores y practica respuestas con tu hijo.
  •  Debes ponerte en contacto con el maestro de tu hijo y con la dirección de la escuela para ponerlos al tanto de lo que esta ocurriendo, pídeles su cooperación en la resolución de los hechos.
  • En caso de que el acoso continúe, solicita ayuda legal.
  • Si tu hijo se encuentra muy dañado emocionalmente por toda esta situación, busca la accesoria de un psicólogo para ayudarle a que supere este trauma. Pero jamás te olvides que la mejor ayuda, en esos casos, es la de su familia.

Qué deben hacer los maestros.

  • Identificar a la víctima y al agresor.
  • Si ha detectado a la víctima verifique preguntando a su padres si el niño presenta dificultad para conciliar el sueño, dolores en el estómago, el pecho, de cabeza, náuseas y vómitos, llanto constante, etc. Si es necesario investigue y observe más al niño.
  • Siga al niño a una distancia prudente a lo lugares donde comúnmente esta sin vigilancia, seguramente se encontrará con el chico que lo esta acosando.
  • En las paredes de los baños o las puertas de éstos, los niños suelen escribir burlas y agresiones, revíselas.
  • Platique con los compañeros más cercanos de los niños (tanto del acosador como de la víctima), pueden darle información valiosa.
  • Tenga consciencia de que tanto el agresor como la victima sufren, y por lo tanto necesitan ser atendidos y tratados.

Como prevenir el bullying

En la familia
La familia es la principal fuente de amor y educación de los niños; a partir de ella el niño aprende a socializarse basado en lo valores, normas y comportamientos enseñados en casa; evitemos que nuestro hogar se convierta en un escenario hostil o por el contrario demasiado permisivo, tenga por seguro que esto siempre llevará a que los niños adquieran conductas agresivas.
Otro papel de la familia es estar informada constantemente, hay cursos en donde se orienta a los padres sobre como mantener alejados a sus hijos del bullying; éstos se basan normalmente en el amor y la comunicación entre padres e hijos, la observación para detectar inmediatamente cualquier conducta anormal en el chico, estar al pendiente de las actividades de su hijo, la existencia de límites y normas, así como el vigilar que se cumplan.
Estos cursos le dan atención especial a la inteligencia emocional, es decir enseñan a los padres como ayudarle a sus hijos a controlar sus emociones y comportamientos hacia los demás de tal manera que puedan convivir sanamente.

En la escuela

  • La disciplina que se mantenga en el salón y la escuela en general es fundamental para la construcción de una buena conducta.
  • Es importante la supervisión de los alumnos dentro y fuera de los salones, en los patios, baños, comedores, etc.
  • Establecer claramente las reglas de la escuela y las acciones que se tomarán en conductas como el bullying.
  • Actuar rápido, directa y contundentemente en el caso de que se presente alguna sospecha de acoso escolar.
  • La escuela debe estar abierta a las quejas y sugerencias del alumnado y padres de familia, se sugiere la colocación de un buzón.
  • Realizar cursos o conferencias para padres y maestros donde se puedas tratar temas como el bullying.
  • Adicionar o reforzar el tema de educación en los valores en el curso de los estudiantes.
  • Los maestros pueden apoyarse en los alumnos para identificar casos de acoso, deben ser muy inteligentes y saber quien puede darles información valiosa.


Decálogo educativo antiviolencia.

  1. Adaptar la educación a los cambios sociales, desarrollando la intervención a diferentes niveles y estableciendo nuevos esquemas de colaboración, con la participación de las familias y la administración.
  2. Mejorar la calidad del vínculo entre profesores y alumnos, mediante la emisión de una imagen del educador como modelo de referencia y ayudar a los chicos a que desarrollen proyectos académicos gracias al esfuerzo.
  3. Desarrollar opciones a la violencia.
  4. Ayudar a romper con la tendencia a la reproducción de la violencia.
  5. Condenar, y enseñar a condenar, toda forma de violencia.
  6. Prevenir ser víctimas. Ayudar a que los chicos no se sientan víctimas.
  7. Desarrollar la empatía y los Derechos Humanos.
  8. Prevenir la intolerancia, el sexismo, la xenofobia. Salvaguardar las minorías étnicas y a los niños que no se ajustan a los patrones de sexo preconcebidos.
  9. Romper la conspiración del silencio. No mirar hacia otro lado, hay que afrontar el problema y ayudar a víctimas y agresores.
  10. Educar en la ciudadanía democrática y predicar con el ejemplo.
¡Basta de bullying!

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